Esta es la historia de una gran familia que allá por los años cincuenta llega a radicarce en la bella,acogedora,apacible y pintoresca ciudad de Ibarra.Por esos años mi abuelo Don Jose Enriquez Mejia compra una propiedad de setecientas hectáreas a Zoila Luz Garzon Fonceca,esta misma era parte de la gran hacienda La Victoria de Puchimbuela,que consta en crónicas de antaño como punto referencial para localizar el sitio Chinchinal,donde se ubicó el campamento para la construccion de la vía del ferrocarril Ibarra-San Lorenso,muy serca a la población de Salinas,lugar donde se encuentra la propiedad adquirida por mi abuelo.El se dedicaba a la ganadería de leche en sus haciendas Santa Elena,San Antonio en Machachi y Canchagua y San Bartolo en Cotopaxi,razón por la cual pide a mi padre que se encargue de organizar la nueva propiedad que la pone de nombre San José de Salinas,siendo parte de una hacienda,San José tenia unos cuantos lotes de caña de azúcar y una acequia propia de conducción de agua llamada Tamaya a la que mi padre comienza dándole un buen mantenimiento para optimizar sus beneficios ........sigue